Las relaciones de pareja suelen ser fuente generalmente de momentos muy felices, son unas de las elecciones más importantes que realizamos a lo largo de la vida y determinan en gran medida otra serie de aspectos o de proyectos qué tienen que ver con la convivencia, la creación de una familia,…
Pero también sabemos que las parejas suelen ser fuente de insatisfacciones, dificultades y también de conflictos, tenemos que pensar que son dos personas, con sus necesidades, su pasado, sus deseos las que se tienen que poner de acuerdo, y esto no es fácil.
Acudir a terapia de pareja puede ser una de las maneras más eficaces de poder mantener el vínculo vivo, sano y en buen estado, además, es un tipo de terapia en el cual los dos miembros pueden encontrarse individual bien, ya que en lo que se va a poner el acento es en trabajar la relación.
¿Cuándo creemos que es necesario acudir a terapia de pareja? Aquí van unas señales:
- Fallos de comunicación: cuando la pareja se comunica poco, o de manera conflictiva, o de manera descalificante, la terapia puede ser un recurso muy útil.
- Relaciones sexuales insatisfactorias: cuando las relaciones sexuales están dejando de tener presencia en la pareja, o si no satisfacen a ambos miembros, es necesario abordarlo sin miedo, sin complejos y con amabilidad, en cada caso se verá cuál es el abordaje necesario.
- En situaciones de crisis: las crisis son aquellos momentos en la vida de la pareja en las que existe el peligro de ruptura de la misma, pero también existe la posibilidad de establecer una nueva manera de relacionarse. A través de una terapia de pareja se puede ahondar más en la vertiente de renovación de la relación.
- Cuando la rutina se ha hecho presente en la vida de la pareja: en este caso, habría que analizar, junto con la pareja, las razones que han llevado a esta situación, y ver qué se puede mejorar en la relación para poder rescatar la viveza que antes existía.
- A veces, no es necesario esperar a que las cosas vayan mal: las terapias de pareja, como en otro tipo de tratamientos, son más eficaces cuanto antes se abordan… así, si una de las personas empieza a estar insatisfecha con la relación, o sospecha que algo va mal, puede ser una buena razón para acudir a terapia.
¿Y cuándo no hay que acudir a terapia de pareja?
Cuando se produce alguna situación de violencia de género, o de maltrato en el interior de la pareja, es mejor acudir a algún servicio especializado en violencia de género
